Inicio / Cuenteros Locales / antilope / MI VIDA ES LA MEMORIA DE ESAS HORAS
Aún puedo recordar sus ojos,
cuando la vi caminar por la calle estrecha.
Mis manos sienten otra vez
como si tocaran el pañuelo de seda
que envolvían su rostro,
de noche y de día.
Corríamos hacia las murallas lejanas,
yendo de un lado al otro
inmersos en este bello sueño
que a nuestro amor encendía.
Mas la media noche nos sorprende
apagándose el fulgor y la dicha,
rindiéndose a sus pies el día,
y tan solo un anciano, camina por ella.
Mi vida es la memoria de esas horas
y veo aterrado, con que rapidez,
la noche se alarga,
pero aún veo y recuerdo sus ojos,
y a lo lejos, una puerta, que me espera.
Sombras que se alargan,
velas que se apagan,
ventanas sin luces,
y sueños...que ya no quedan. |
Texto agregado el 26-07-2009, y leído por 67
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