TATÍN, DE LAFERRERE
Es Tatín un personaje, producto del abandono,
a veces muy cariñoso, y otras repleto de encono.
Su penar, como el de tantos, down, sin familia ni techo,
la sociedad lo margina, le ha negado sus derechos.
Hace ya un montón de años, que deambula por la “Luro”,
casi es parte del paisaje, moviéndose sin apuro.
Por las mañanas temprano lo podemos observar,
con un sucio sobretodo pidiendo un poco de pan.
Contento y muy risueño, de tanto en tanto aparece,
y su risa llega al alma y hasta al más duro enternece.
Y si le caíste en gracia, cualquiera sea la razón,
te dará un “ beso mojado”, con todo su corazón.
A él también, igual que a Cristo, sus hermanos traicionaron,
desprecio, indiferencia y dolor le regalaron.
Su pobre cuerpo maltrecho, en ninguna institución,
pudo encontrar, ni comida, ni cariño, ni un colchón.
Con la cruz de la miseria sobre sus hombros marchitos,
va buscando su destino, despacito, despacito.
Y tal vez lo encontraremos, frío y cubierto de escoria,
sólo, transitó la vida, y sólo, entrará en la historia.
De Dios vino y a Él irá, y cuando llegue ese día,
seguro que allá en el Cielo, tendrá amor, paz y alegría.
Y aquí, tan solo un recuerdo, en muy pocos quedará,
De Tatín, a quien el hombre, no le dio oportunidad.
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