¿Quién me puede arrancar el poco alma que me queda?
Por favor es una suplica desesperada.

El cristal incluso me rehúsa y prácticamente me escupe en la cara.

El que siempre pierda no me supone un dolor. Lo que he perdido ahora es mi razón.

Ya no quiero seguir, no lo necesito.

Un nuevo renacimiento, que este plagado de cavilaciones y locuras.
Que la pena siga invadiendo mis sentidos.
Lo acepto, pero que alguien me diga lo contrario.

Malos momentos todos los pasamos, aun espero el bueno.

Ni quiero, ni puedo seguir adelante, pero encontrando en el alma del ser,
encontrare la manera de salir del útero que me tiene atrapado, y la cobardía será la valentía de donde otros no han fallado.

Mis cachorros, seguid adelante sin mi, y no os preocupéis ya que el camino esta marcado para cada uno de vosotros, pero si alguien se interpone, esta vez no estaré ahí.

Siento tanto despedirme de esta manera.
Siento tanto no a ver estado a la altura de ustedes.

No hace falta tener un alma sensible, para estar torturado.

Mi vida como te añoro, pero tengo que dejar un paso.
Un paso tan grande como un océano en el cual ninguna barca pueda cruzar.

Odiarme todo lo que queráis, yo lo hago cada día más.

¿Quién me puede arrancar el poco alma que me queda?

Solo quiero dejar de pensar, quiero…… dejar de soñar.