No leer 0.01

En una nube de llanto y amargura lo vio, durmiendo y sereno en su cama aparentemente, lo beso, se le acerco a su oído y le dijo en un susurro, jamás te dejare ir.
Amanda se llama ella, es una mujer bella y delgada de facciones delicadas, de cabello oscuro y largo el cual se desliza por su pequeña cabeza.
Ella lo ama a todo latido de corazón, a cada pensamiento y respiro de su alma, a veces aflora la desesperación en su mente quiere verlo y tenerlo pues, es posesiva, quizás enferma y lo sabe es consciente de ello pero ya no le preocupa.
Ahora que lo ve dormido en la alcoba, ella solo lo mira tranquila e inerte recordando el día en que se conocieron, el jamás fue romántico, jamás le llevo flores ni presentes pero, lo escogió de entre tantos, posiblemente por capricho, no le miento cuando les digo que es hermosa y el al parecer afortunado, al menos al parecer.
Lo acaricia con cariño mientras el descansa, suspira de amor al saber que por fin es suyo y entonces sin querer se le resbala una palabra por sus labios dulces.
Recuerdas… le dice
Me alegra que todo se haya superado, pensé que ya nunca volverías, no sé como de verdad pudiste meterte con esa mujer, pero de repente una voz le responde.
MI amor eso ya es pasado.
Si pero es que….
Amor ya soy tuyo, para toda la vida.
Ella sonríe loca, lo acaricia nuevamente y le dice a aquel cuerpo que descansa.
Eso gracias a mi…
Se inclina entonces en la cama y abraza el cuerpo de su enamorado, de su amante, de el cadáver ensangrentado de aquel pobre hombre que yace muerto y acuchillado en su propia habitación, ella ha sido, ya no tiene lagrimas y en su rostro hermoso se dibuja una sonrisa plena, llena, de repente piensa que el la abraza y que juntos hacen el amor, pero la verdad es que el a muerto y sus ojos estáticos, vidriosos y secos la miran directamente como gritándole; ASESINA ¡!!
Pero ella en aquellas esferas muertas, solo ve vida, dicha y amor, aunque en verdad su esposo ha muerto y ella lo asesino.