En un parque con una banquita se encuentran dos niñas pequeñas. Son muy distintas entre si. Nadina era muy alegre y risueña, en el parque ella jugaba junto a un árbol lleno de flores, pajaritos y mariposas. Siempre estaba feliz. Kiara, en cambio, era callada, solía sentarse bajo un árbol con las ramas caídas cerca de Nadina.
El árbol de Nadina demostraba alegría al igual que ella. El árbol de Kiara al igual que ella demostraba tristeza y soledad. Ambos lugares estaban separados únicamente por una banquita que demostraba el contraste entre ambas niñas.
Un día mientras Nadina arreglaba su lugar de juegos.

Nadina: (hablando sola) ¡Que lindas son mis flores! OH, esta flor es mi favorita. (La lanza)
Kiara: (acercándose a la flor que cayo cerca de ella) ¿Y esto? (la recoge)
Nadina: (enojada) ¡Que haces tú con mi flor!
Kiara: (desconcertada)
Nadina: ¡La robaste!
Kiara: (tartamudeando) No, yo…este…Lo siento, la flor cayó aquí nada más y este…Toma. (Agacha la cabeza le tiende la flor y se sienta con la flor aun en la mano)
Nadina: (curioseando el jardín de Nadina) Mm. (ya mas calmada) Interesante… ¿Y como te llamas?
Kiara: (tímida) Yo me llamo…
Nadina: (la interrumpe) ¿Hace cuanto vienes aquí?
Kiara: Hace…
Nadina: ¿Tienes hermanas?
Kiara: (mirándola divertida)
Nadina: ¿Pero por que no me respondes? Em, lo siento.
Kiara: (con una media sonrisa) Me llamo Kiara.
Nadina: (contenta) ¡que lindo nombre!
Kiara: (sonrosada) Gracias, vengo aquí desde siempre, me gusta mi árbol. ¿Cómo te llamas?
Nadina: Me llamo Nadina ¡A mi también me gusta! el mío ¡pero podemos arreglarlo! Para que se vea un poco más… (Pensativa) Hum… ¿alegre?
Kiara: (dudando) Bueno, no lo se, a mi me gusta así… Aunque el tuyo se ve más…Mm.…divertido ¡Sí! Con más luz.
Nadina: (contenta) ¡Pero podemos hacer que tu árbol se vea como el mío! Sí, sí, se vera más vivo.
Kiara: (pensativa) Pero es que tampoco quiero que…
Nadina: Tampoco nada. (Dando vueltas) ¡Quedara hermoso, precioso! Solo acompáñame.
Kiara: ¡Ay! Está bien (ríe) Pero espera, calma, hay esta bien.
Nadina: (riendo) Vamos, ayúdame a plantar flores, hay que hermoso Kiara ¡eres mi mejor amiga!
Nadina ayudó a Kiara a decorar su jardín. De pronto Kiara se sentó bajo su árbol y se comenzó a llorar con su oso en los brazos. Nadina se acercó a ella.
Nadina: (con voz triste) Pero Kiara… ¿Qué te pasa?
Kiara: (sollozando)
Nadina: Lo sé, no te gustó el arreglo. Perdón, solo quería ayudar.
Kiara: (secando sus lagrimas) No es eso…es.
Nadina: ¿Entonces que es?
Kiara: Mi oso, hace mucho tiempo que no tiene cabeza…y…y no pude ver lo hermoso que está mi jardín.
Nadina: (pensativa) Kiara (exclamando) ¿me buscas una piedra para mi jardín? Quiero recordarte ¿Si? ¡Por favor! Anda, ve a buscarla.
Kiara: está bien, iré.
Mientras Kiara iba a buscar la piedra para su amiga, Nadina dibujo con mucho cuidado un nuevo oso para su amiga.
Kiara: (mirando en suelo) Em pues, no encontré.
Nadina: (sonriendo y con las manos tras la espalda) Pero yo si encontré algo para ti…Toma (estira los brazos)
Kiara: ¡Es adorable, gracias!
Nadina: (meneándose) de nada, yo solo quería que estuvieras feliz. Pero Kiara ¿Por qué eres tan triste?
Kiara: No lo se…Soy así, desde siempre. Tal vez porque mi árbol llora (lo mira y suspira)
Nadina: ¡No está llorando!
Kiara: ¿entonces como está?
Nadina: Está cansado, por eso tiene los brazos así.
Kiara: (pensando) Mm.… ¿Entonces tu crees que no tiene pena?
Nadina: ¡Claro que no! Yo creo que le da pena verte triste. Tienes que estar feliz para que él sonría.
Kiara: (sonriendo) ¡Entonces estaré feliz!
Nadina: Aps, pues les diré a las mariposas que vengan a visitar tu jardín.
Kiara: Gracias.
Ambas niñas se sientan en la banquita que separa sus lugares de juego.
Nadina: ¿Quieres paleta?
Kiara: ¡Sí, que rico! (mirando al piso) Te quiero amiga.
Nadina: (grita de felicidad) ¡AAA! (la abraza)

Fin.