Dulce dolor al amarte
en mi interminable silencio,
tu huella se mantiene intacta en mi alma
que me pide ser consciente
del no lugar que tengo en tu vida,
ajena por completo a mi existir...
Me duermo con la sonrisa del saber la verdad
y me despierto con la duda de tu inexistencia...
Lucho por aferrarme a mi alma que aún te busca
y que se detiene siempre ante tu puerta cerrada,
cubierta de sombras que no me dejan verte.
Absurda agonía que mantiene una verdad sólo mía,
absurdo silencio en el que te alejas suavemente,
nostalgia de sueños alados, sin nombre, sin rumbo...
Y un futuro incierto que no sé dónde buscar.
Te sigo queriendo y no sé si es a tí,
me duele tu ausencia y tu presencia aún más.
Difuminada, como la silueta de mi vida,
sigues caminando hacia donde vas
y mi paso lento, apagado..,
se desvanece en tu mirada.

(27/04/04)