Acabo de saber que hoy es el día de la amistad. No lo sabía. Lo he leído en un poema. Mientras lo leía, intentaba hacer un análisis sintáctico del significado de la palabra "amistad". Siempre que la he visto escrita me ha provocado, inconscientemente, una minúscula sonrisa. Si la observo bien, me parece verle un aspecto agradable, alegre, muy dicharachera. Es una palabra que me cae bien. Sí, es simpática.
Es curioso, hoy he necesitado a un buen amigo a quien contarle un pesar que luego se ha transformado en un hondo dolor en el pecho. Era una especie de opresión sobre el centro del esternón, que me ahogaba. Ha continuado irradiándose hacia mi brazo izquierdo como un dolor sordo que va ganando terreno y finalizaba en unas extrañas punzadas en mi espalda, justo en el centro de mi columna vertebral. Ahora ha cesado, pero creo sinceramente que a ratos se me está rompiendo el corazón. Hoy, me ha desilusionado la palabra “respeto” y las palabras “honestidad” e “incondicional” se han dado a la fuga.
Hoy sigo necesitando un amigo, a quien contarle una desilusión, una desesperanza… un dolor. Necesito un amigo, que le quite el sufijo “des” a todas esas palabras. Un amigo que me dibuje la palabra amistad sobre un papel en blanco y pinte los contornos con muchos colores. Y luego para terminar, le haga un gracioso punto redondo a la “i”. Hoy, necesito saber el profundo significado de la palabra Amistad. Pero sobre todo, hoy necesito una gran sonrisa amiga.
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