Primer Misterio Gozoso: El agua
Marca con tu boca, lentamente, el camino enrevesado de mis lunares. Camino de agua. Por la curva suave de mi talón izquierdo, besa. Sigue la senda desde el lunar que conforma mi apellido hasta el que aspira la selva andina, hasta el que sabe de las humedades de las tardes-noches en las que el llanto arrasa. Tengo otro en mitad del páramo dividido que conforma el final de mi espalda. Camino de correntadas. Tu mano abierta en el centro de mi ombligo hará brotar vertientes tibias que caerán lánguidas por las piernas. Tu boca aloja en los cerros trémulos en los que la codicia se solaza.
Dios te pierda, Milita, llena eres de gracia…
Segundo Misterio Gozoso: La tierra
Voy ahora en busca de tu cuerpo. Guacolda de cabellera rojiza, guerrera y enamorada, fértil y seducida. Acojo tus idas y venidas en las que vas dejando los surcos de la entrega. Cien bocas para ir guardando las semillas que vienen de tu mano. Camino de tierra. Gredal gimiente, guitarrera oscura, redonda y artesana…Iglesia de arándanos, de moras, de corales, de maqui, de fresas silvestres, hecha zumo entre tus dedos.
Dios te pierda, Milita, llena eres de gracia…
Tercer Misterio Gozoso: El aire
Soplo delicadamente para ir abriendo tus poros, para poner ciclones que te arrasen aún años después de mi paso. Suave brisa de galope lento. Pero ten temor de mí: también caliente y seca como el puelche; fría y violenta, como un mistral. Y ten amor de mí: la marejada que provoco dejará huellas salinas en tus labios, huellas de olas rizadas… Camino de aire.
Dios te pierda, Milita, llena eres de gracia…
Cuarto Misterio Gozoso: El fuego
Y nos arrasamos. Dos lenguas que se potencian y que no saben extinguirse; ordalía de fuego, la prueba que nos hace inocentes, revestidos de paraíso. Arder eternamente. Dejar en las avenidas todos los faroles encendidos. Alerces, copihues y añañucas dispersas. Cenizas vegetales. Saudade. Camino de fuego. Los muslos crepitan. Se quebrajan como hojas secas ante el paso de tu pie extranjero. Se sueltan las represas que contenían las lunas abrasadas. Las piernas se abren y se cierran sobre tu espalda como un pestañeo lento, la espalda se arquea, la boca se seca, el universo se acerca y las diosas miran…
Dios te pierda, Milita, llena eres de gracia…
Quinto Misterio Gozoso: El amor
Después del amor, dame el olvido.
Dios te pierda, Milita, llena eres de gracia… |