Cuando menos te lo esperas...se espera lo peor,o lo mejor,según se mire...de esas veladas de interminables copas de alcohol y cigarrillos de veinte marcas...todo es fácilmente apurable y compartible...somos amigos y estamos borrachos...vale cualquier cosa.
Siempre se despierta la promesa de que nunca más entre semana...pero las palabritas se las lleva el viento,aunque no lo haya,y sin comerlo ni beberlo se te empieza a calentar el morro y no hay prisa que valga...reconocemos mansamente,que somos de los malos...y que no queremos volvernos buenos...
Las escenas van cogiendo forma y contornos ilimitados...y no digamos de las palabras...parece que tiemblan,se mueven y se pierden en ilegibles discursos de mamotreto...se genera una especie de diálogo de pececillos disecados en espirales de humo y aroma de malta.
En colores no tendría sentido verse las caras...siempre nos dejamos llevar por la esencia del blanco y negro.