Me perdí en el bosque
adentro, bien adentro
hundido en la profundidad del arroyo
en el follaje ondulante de serpientes cadavéricas.

Octava, novena la pitada
el alivio liviano, la vorágine de humo
montando caballos de cristal
girando el trompo loco
rueda que te rueda mi carrusel hilarante
luces emergiendo bajo los árboles.

Ciénaga de olores, la marea
elixires, pócimas, brebajes
nostalgia los absinthes
mágico el tránsito de anís
cabeza de astronauta, alas
licor de menta verde
que nos hace del futuro placentero devenir.

Una visión
los amigos empalmados en el viaje
la casa que da vueltas
el tirabuzón de sicodelia
los colores centelleantes
el ataque
"pánico y locura en el Tabo"
me arrojo como un títere
sumergiéndome en el agua
como una mantarraya electrificando el mar
disminuye la fiebre que retrocede
bajo hacia la Tierra de golpe
voces, plegarias, oraciones
susurros en la oscuridad.