El recuerdo me atormentaba mas de lo que creía, y mi vida se introdujo en el laberinto de las dudas y de la razón sin sentido; mi existencia se vio rodeada de miles de acertijos que creo aun no encuentran respuesta cierta.

Cada vez que camino queriendo encontrar la salida a este sentimiento que aun no comprendo, sólo hallo más preguntas, y las mujeres que se cruzan queriendo lograr persuadir mi recuerdo para que se hunda en el basto mar del olvido terminan por fracasar, quedando exiliadas al baúl de la memoria maldita de mis cartas.

Te escribo a ti querido amigo, que en la distancia me enseñaste grandes cosas, la derrota para ti solo fueron piedras para levantarte y seguir, y las penas de amor que quedaron en mis hombros atajando tus lagrimas en un dique casi de roca son ahora las mías; un corazón que es ahora endeble, se contrajo al saber que podía conseguir una mujer a quien amar.

Es tarde ya conseguir que ella vuelva a mi, y aun más tarde para mi orgullo, que está lastimado por el intento inoportuno de hallar un remplazo tan rápido; solo sé que mi camino se ha aventurado a seguir pasos antes no considerados, la ambición y la curiosidad me han sujetado con sus finos hilos, haciendo que mi carne busque la satisfacción en el sacrificio de los cuerpos de otras féminas que no considere fueran eternos recuerdos.

La búsqueda comenzó cuando intentaba satisfacer el deseo de la curiosidad, uno que no puedo borrar de la mente, porque por ese deseo mi sufrimiento es ahora culpa y remordimiento; me encontré apasionado por una piel que no conocía, bailando en una disco que nunca había visitado, y mis ganas de hallar una mujer diferente a la que amaba me sorprendió en el asalto del olvido momentáneo, en la ceguera de la carne nueva.

Logre consuelo a la pena de dejarla consumiendo el tiempo con el nuevo amor que me habría de atormentar después; y cuando me di cuenta de mi fracaso intente buscar a mi amor perdido por mi culpa, logrando encontrarlo, pero sin el sentido que esperaba. Mi regreso añoraba únicamente su cuerpo, su piel, todo lo que nos hace humanos, y no encontraba una repuesta ha ese deseo de hombre atormentado, calmaba la pena de no estar con el nuevo amor estando con el viejo y único amor.

Leía acerca de la vida de los hombres que como yo se consumieron a las penas de la piel y de la carne, hallando únicamente el alivio en una respuesta: los hombres venimos al mundo para satisfacer un deseo y una necesidad que jamás se podrá llenar por completo; es la eterna búsqueda del objeto perdido. Y ahora creo que ese objeto perdido estuvo a mi lado mucho tiempo pero mi orgullo y mi ambición me llevo a la tormenta de mi agonía presente.

Después me sumergí en los laberintos oscuros de aquellas mujeres que no buscan amores ni penas, ni amarguras del corazón, aquellas que satisfacen a los hombres marineros, aquellas que son aplastadas por una sociedad cruel y de doble moral; logrando encontrar aun mas insatisfacción, mas amargura y mas atropellos para este corazón que aun sigue afligido, pero no me quiero adelantar querido amigo, pues hay cosas que aun no te digo para que puedas sopesar tu pena con una que es mas triste.

Como te dije antes leí mucho, pero sigo con las preguntas y sin las respuestas, y encontré aun mas mujeres en mi camino, y halle consuelo con una; ella alivio mi falta de placer, y me sumergí en el hedonismo mas imparcial y simple; no hubieron preguntas entre los dos, sólo sabor, sudor, piel y nada de ropa.

Aun así aquí estoy después de un año queriendo encontrar la ternura y no se que cosa que una sola mujer a logrado saciar, no consigo saber que fue, y no logro consuelo en las respuestas que hallo; ni el placer que es lo que mas intento satisfacer, ni en la magia de un sentimiento que no comprendo bien.

Amigo mío, te dejo solo una pregunta que no tendrá sentido para nadie, y aquella que es indescifrable para todo aquel que amo por primera vez, ¿se puede lograr un amor tan intenso como el primero? ¿Crees que se puede encontrar la llenura del primer amor? Yo creo que el amor siempre será una búsqueda en vano, cuando ya se tuvo uno antes.