Dios mío, no me había yo sentido tan mal en años, así se expresaba Humberto al subir por el parque natural que los lugareños llaman “sacromonte” un lugar si me permiten decir, maravilloso, no tanto por el monte en si, sino por que desde sus alturas se domina el valle de los volcanes, bueno eso del valle de los volcanes se me acaba de ocurrir en este momento, pero bien desde ahí se ve una extraordinaria vista de los volcanes popocatépetl y la hermosa mujer dormida.
Bien después de este pequeño relato de la belleza del lugar.
Juro que dejare de fumar en el próximo año, volvió a expresar Humberto tratando de recuperar el aliento.
--Te lo pedí tantas veces, que he olvidado la cantidad de las mismas.
Humberto limpio el sudor que empañaba su vista y pudo apreciar la figura delgada, alta de una joven y hermosa mujer.
¿Tú me pediste qué?
--Que dejaras de fumar, repito la mujer y ahora su voz se noto cristalina pese al tomo de reproche.
¿Y tú quien eres?
--¿No me reconoces?
Humberto fijo la vista, la mujer realmente era hermosa, ¿hermosa? No, realmente era perfecta
No te reconozco, claro que no, tal vez seas la hija de alguno de mis amigos.
Ella rio y esa risa le recordó una risa, que..pero no, claro que no era posible.
--Ve mis ojos, solo ve y te aseguro que me recordaras. Insistió ella
Humberto vio los ojos y su sorpresa fue mayor aún que el efecto, que la risa le produjera antes.
Tu risa, tú voz, tus ojos, vamos eso no es posible, no lo es, se escucho a si mismo Humberto decir en un tono totalmente descontrolado.
--Si Humberto, Lobo y Zam han pedido a mi madrina el hada de los cuentos que me permitiera estar contigo hoy.
¿El hada de los cuentos? Bueno será de los cuentos de los adultos mayores
--ja ja eso es lo encantador de ti, pese a que no entiendes nada, aún conservas tú sentido de humor.
Claro que no entiendo nada, pero simplemente el verte es un regalo, eres la mujer más bella que he conocido.
--No Humberto, no soy una mujer, soy un regalo que ellos pidieron para ti
¿Ellos? .. pidieron para mi, para que esos dos pidan algo para mi… carambas, ¿tan mal me puse al subir el cerro que voy a morir?
--No, bueno al menos no en este momento, pero bien, ¿te gusto? mientras decía esto, se daba una vuelta sobre si misma, mostrando una piernas largas y estupendamente torneadas, como las de …
Se acerco lentamente a Humberto y acariciándole el mentón le susurro al oído..¡Eres tan guapo!
Humberto se sorprendió pues eso hacia precisamente…
Lo tomo del brazo y sonriendo le dijo, ¿me permites caminar junto a ti, lo que nos quede de vida?
Él se dejo conducir hacia la cúspide del sacromonte, justamente como años..¿Cuanto años? Carambas todos..todos..como lo hiciera al lado de…
--Oye Lobo no será peligroso que el viejito de Humberto reciba esto tan de golpe, que estrene traje de madera
--No Zam Humberto es cuerda vieja pero resistente y pobre cuate ya se merecía algo así, ¿no crees?
--Por cierto, Lobo como se te ocurrió este regalo para él
--Bueno Zam, Humberto me creo hace mas de dos años en esta pagina, y a ti te saco del botellón de formol en donde estabas, teníamos que demostrarle nuestro agradecimiento en alguna forma.
--Claro fue genial, pues en esta pagina, todo es posible, ayer inventaste el hada de los adultos mayores y hoy yo le pido que le de vida a una mujer que tenga todo lo que Humberto amaba de sus novias, amigas y, bueno el ama tanto a las mujeres que fue difícil saber que era lo que mas le gustaba.
--Si Zam, en la pagina solo los que no sueñan, los que no lloran, los que no aman, solo esos no pueden vivir aquí.
Humberto caminaba entre un hermoso riachuelo, que bajaba de las montañas que tanto amaba y junto a él, la mujer que el amo en cada una de las mujeres que conoció.
Y la pagina se cerro lentamente, la sesión de hoy termino, un sueño mas se hizo realidad..
pero mañana tal vez el tuyo podrá hacerse realidad…solo es que lo pidas, lo desees pero lo mas importante es que…
lo escribas.
...
|