Cuando perdí mi casa tuve que mudarme con un amigo; su casa era pequeña sólo había una habitación la cocina y el baño, vivía solo aunque tenía una hija a la que nunca veía, lo conocía desde hace varios años de una trabajo en el que estuvimos juntos, o un curso de algo que no recuerdo, pero nos veíamos periódicamente y nos hicimos grandes amigos, talvez porque no hablaba mucho y me gusta que la gente no hable, siempre he pensado que las personas calladas son los verdaderos pensadores, como decía me mudé a su casa, lo único que pude recuperar de mi anterior casa fue un colchón, en este dormía en el mismo cuarto que él a falta de más espacio, pasé varios meses en su casa. Un día vi un reportaje de arácnidos en la televisión, y súbitamente regresó la fobia por ellos, ya hace varios años pensé que la había superado pero me di cuenta que no, cuando regresó mi amigo comimos algo, le conversé sobre el reportaje, y le pregunté si podía sólo por esa noche dormir en el colchón y yo en la cama, hasta que me pasara el susto, accedió de buena gana. Al momento de dormir le dije:
-Cuidado se aparezca una araña. Y si aparece has como si yo no existiera porque si no, vas a dormir para siempre en el colchón.
Rió y dijo:
-Tranquilo, yo me las como. Y tu ni cuenta te vas a dar si aparece una de ellas porque ya estará dentro de mí.
Yo también reí y me dormí tranquilo pensando en otras cosas.
Mientras dormía oí unos sollozos, abrí los ojos y estaba todo oscuro, me viré hacia el lado del suelo donde estaba el colchón, y percibí que era mi amigo el que sollozaba, tenía los ojos cerrados y susurraba algo inteligible, lo único que entendí fue "papá", alcé un poco la cabeza y alcancé a divisar que tenía una araña en la mano, era pequeña y la tenía cerca de la boca, no se si fue mi imaginación y lo soñoliento que estaba, vi como la arrancaba una por una las patas, luego mascó la parte delantera de la araña y luego se introdujo el resto en la boca, al terminar de comérsela ya no sollozaba, más bien parecía calmado, respiraba más despacio y tranquilo, hizo un intento de levantarse, así que bajé la cabeza de inmediato y cerré los ojos.
Esa noche soñé algo muy extraño: iba en un autobús viajando de noche, y de repente las luces se apagaron, sólo quedaron encendidas las pequeñas del techo del corredor, al ver justo a la que estaba frente mío, vi como una araña blanca estaba colgada en su hilo en la luz, bajaba y subía, como decidiéndose a hacer no se que, iba para adelante, subía, bajaba nuevamente, siempre la luz la seguía, haciéndola parecer más blanca de lo que era, comenzaba a construir su telaraña, arriba, abajo, a la izquierda, a la derecha, arriba nuevamente, de inmediato, se encendieron las luces del autobús, y la araña quedó colgada, sin que nadie la viera, subió una mujer, luego un hombre pasó rozándola pero no la veían, las luces se apagaron y comenzó a subir y bajar nuevamente, pero nunca se dirigía hacia mí, era como si me estuviera presentando su espectáculo, su telaraña ya estaba casi lista encima de la cabeza de un señor y este no se daba ni cuenta, no la quería ver, ya estaba terminada, invisible, y ella en el centro, cuidándola, mostrándome su obra maestra, de repente, el bus se agitó terriblemente, y la araña casi llega a mi cara, el bus se estabilizó, y la araña bajó hasta desaparecer en el asiento de adelante, regresé a ver a la telaraña que subía hasta el techo desapareciendo llena de colores al ser reflejada su invisibilidad en las luces, giré la cabeza hacia el hombre que estaba sentado al lado mío, y vi que era mi amigo, comiéndose gustosamente la araña blanca. En ese momento me desperté asustado y sudando mucho, ya era de mañana y mi amigo ya se había ido a trabajar, me levanté dispuesto a olvidar lo acontecido en esa noche, y a buscar un trabajo.
Llegué a casa después de caminar todo el día buscando, pero nada, la situación estaba dura y no conseguí trabajo tampoco ese día. Mi amigo ya estaba en la casa, con el mismo ánimo de siempre, callado, no notaba nada raro en él, le dije que ya podía dormir en su cama, que ya había superado el miedo, que fueron puras tonterías, pero me dijo que quería dormir un poco más en el colchón, que dormía más relajado, le dije que no había problema, aunque pensaba que tenía algo que ver con lo acontecido en la noche anterior. Durante la noche volví a escuchar los sollozos, pero no abrí los ojos por temor a ver el terrible espectáculo de la otra noche, y así pasaron algunas noches más, lo oía sollozar, pero no habría los ojos hasta esperar que se calmara, y poder al fin dormir otra vez.
Después de una semana seguia durmiendo en la cama y él en el colchon Tenía que saber cual era su problema, por que comía arañas, y se calmaba después de comérselas. Traté de hablar con él, le insinué algo sobre arañas, pero no se inmutaba en los más mínimo, era como si no le importaran las arañas, yo no podía de inmediato aventarme y decirle que cual era la razón por la que comía arañas, así que al no tener ningún resultado, decidí buscar algo en sus cosas que me dieran alguna pista, para ver si el tema no era tan grave y poder ayudarlo, busque en todo el cuarto, pero no encontré nada, incluso en el baño y la cocina pero nada, el único lugar que sobraba era su mochila, esperé a que llegara, comimos, y nos fuimos a dormir, espere una hora hasta que se durmiera, me levanté y fui hasta la cocina donde estaba la mochila, en el bolsillo grande tenía varios documentos del trabajo, el pequeño estaba un cuaderno blanco con una araña negra dibujada en una de las esquinas, la cogí y me dirigí hacia el cuarto, y lo escondí entre mi ropa. Esa noche también lo oí sollozar, y me decidí a verlo, estaba del otro lado del colchón y no veía nada, pero ente los sollozos alcancé a oír: "quiero… ser… araña", y algo más que no entendí bien, ahora más asustado que la otra noche cerré de inmediato los ojos tratando de pensar en otra cosa. Al otro día cuando desperté mi amigo ya se había ido al trabajo, me levanté apresurado, y fui a buscar el cuaderno.
En la parte posterior tenia la foto de un hombre, debía ser el papá de mi amigo ya que eran muy parecidos, la abrí, y tenía escrito con letras negras en la primera página “ARAÑAS”, en la siguiente página estaba escrita en la esquina superior izquierda la fecha, aunque me sentía algo mal por haberlo robado, sabía que también lo hice para ayudarlo, comencé a leer:
“Q…, 6 de julio de 19...
Mi odio por mi padre comenzó por culpa y al mismo tiempo por mi obsesión a las arañas, en su vida son más importantes las arañas que yo, incluso más importantes que la familia, pasa todo el día todos los días metido en su estudio, es un cuarto blanco, colgando en las paredes en esas cajas de disección hay toda clase de arañas, las había traído de todas partes del mundo en sus viajes, después de un tiempo cuando comenzó mi obsesión por ellas, investigué el nombre y la especie de cada una, y aquí voy a detallar a cada una de ellas….”
Ahí comenzaba una lista de alrededor de veinte páginas detallando la especie y el nombre de cada una de ellas, después de la lista pasé las siguientes paginas rápidamente, tenían el mismo formato que las otras con la fecha y todo, pero no me interesó en ese momento lo que decía, seguí pasando hasta que en una página grapada en la esquina derecha estaba fundita de plástico que al parecer no tenía nada, la topé y la puse hacia la luz y al parecer era telaraña, la hoja tenía el mismo formato que las anteriores, la leí:
“Q…, 12 de febrero de 19…
Hoy es el aniversario de la muerte de mi madre no podía dejar de escribirlo ya que este cuaderno se ha vuelto una especie de lugar donde me he dedicado a escribir toda la estupidez de mi padre e insultarlo a mi gusto, y no sólo eso ya que este cuaderno es donde puedo decir realmente lo que siento y de alguna manera desahogarme de todo lo que no le puedo decir en la cara.
Mi madre también murió en alguna forma por culpa de él, no lo estoy culpando, desde esa obsesión con las arañas yo también me aleje de ella, él lo estuvo siempre, pero, que yo siguiera por el mismo camino que él no lo soportó, se sumió en una soledad absoluta ya que mi hermana era como si no existiera, ya no he hablado con ella desde hacia varios años debe seguir viviendo en la casa familiar. Después de que me dediqué a trabajar con mi padre en su estudio, él comenzó a mostrar un poco de cariño hacia mí, pero se me hacia de los más extraño ya que nunca siquiera en mi cumpleaños me dio un abrazo o peor una palabra de cariño en toda mi vida, así que no pude asimilar y peor aún entenderlo, y hasta ahora sigo en esa confusión.”
Pasé a la siguiente hoja e igualmente tenía una fundita grapada en la esquina derecha, en el interior había una araña negra algo grande, y la fotografía del hombre de la parte posterior del cuaderno, decía:
“Q…, 30 de abril de 19…
Hoy murió mi padre, tengo una mezcla de sentimientos que no puedo describir, lo odiaba pero el tiempo que estuve con él me hizo por lo menos un poco comprender el alejamiento y desinterés hacia nosotros, la verdad es que más que un alivio es una opresión en mi pecho, al no poder tener por lo menos y sentir un poco de ese cariño que tuve por un momento, también en cierto modo me arrepiento de haber escrito este cuaderno como una venganza hacia él, quiero ser una araña para ver si así me presta un poco de atención, es una pena que mi madre se haya muerto ya que tengo un plan, comenzare a comer arañas para ver si me convierto en una de ellas, mi madre se que también le gustaría el plan las comería junto conmigo, pero a mi hermana no se lo diré, ella es demasiado estúpida no lo comprendería, yo se que él seguirá en su estudio y al convertirme en araña iré donde él, y ahí seré realmente algo importante en su vida.”
No podía creer lo que estaba escrito, mi amigo comía arañas para poder convertirse en una de ellas, me decidí a hablar con él, debíamos buscar una salida a su problema, y haría todo lo posible para ayudarlo, seguí buscando en las siguientes páginas, algo que me ayudara a conocer más sobre su problema, busqué otra página donde estuviera grapada una fundita, la encontré, era casi por el ultimo del cuaderno, en esta estaba una araña diminuta casi ni se la veía, comencé a leer:
“Q…, 25 septiembre de 19…
Al fin conocí a mi hija, su madre después de tanto tiempo decidió que la conociera, no puedo creer que esa niña tenga algo de mí, nuca creí que fuera posible, realmente desde que me dijo que estaba embarazada no me importó. Al momento de conocerla me abrazó y sentí por un momento ese cariño que me faltaba, que mi padre por un momento de mi vida me hizo sentir, pero fue tan efímero que la aparté en el momento que me dijo papá, esa palabra, "papá " fue como si me hiciera despertar por un momento de la realidad en la que estaba en ese momento con mi hija y de inmediato me hizo caer nuevamente en un sueño, ahora en una pesadilla, me convertí en lo que tanto odié, en lo que formó mi carácter, mi vida, lo que influyó en lo que soy, después de apartarla la bese en la frente, la mire a los ojo y le dije que me olvidara, que ella sólo tenía una madre, que su padre no existía y sería mejor para ella.
Ahora no comí ninguna araña en cierto modo me alivió ver a esa niña y decirle que nunca más me vería y que yo no sería nada en su vida. Esa araña pequeña que voy a colocar en la funda de esta página representa a ella, la tenía en un frasco cuidándola hasta que creciera un poco para comérmela, pero no me la comeré, estará como ella igual de pequeña para siempre, como la conocí, y como la maté en mi vida.”
Cerré el cuaderno llorando, lo guardé en el armario. El cuarto se convirtió en mi casa, no existía ningún amigo, solamente estaba yo y nadie más. Saqué un frasco de uno de los cajones y me acosté en el colchón recordando a mi padre y a mi hija mientras me comía una araña.
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