Muertos ya dos mil años
serios como cortejo funerario
vamos al son de la época
sacudiéndonos las pulgas del pecado con reggeton.
Antes era cristal, ahora solamente es vidrio
como huevo de ave estamos a punto de eclosionar.
Dios nos pille sin máscara
en nuestro Edén primario.
De suerte no soy rico ni agnóstico
Dios es mi copiloto.
Texto agregado el 16-07-2009, y leído por 108
visitantes. (1 voto)
Lectores Opinan
16-07-2009
Que bueno teenrlo de copiloto, yo a veces lo siento tan lejano, hermosas letras de Fe, mis****** nanajua
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