Eres tú,
sincera y tierna
como la luna,
que contemplo como una pintura
situada en mi corazón,
en el museo de mis sentimientos.
Eres como el lucero,
inalcanzable pero fascinante,
que atrae a querer seguirlo siempre,
y preocuparse por su devenir.
Eres una emoción,
alegría,
por tenerte,
por conocerte,
por estar y muchas otras razones.
Eres quien eres,
magnífica,
por cada palabra,
dulce,
por tú mirada,
maravillosa,
como persona y
única, ya que aceptaste
ser parte de mi
al ser mi amiga.
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