Remitente: Pola
Destinatario: El viejo
Fecha : 03 de julio de
Asunto: Dime que este sí es…
Viejo:
Sé que te parecerá extraño este correo, y la verdad, llevo mucho tiempo buscándote. Estoy en México, a unos días de volver a Chile, y llevo algo así como tres meses buscándote mediante viejos amigos, y parientes que finalmente derivaron en la adquisición de tu correo. No sé con cuanta frecuencia lo lees, no sé si será o no, pero me aferro a la esperanza de que pueda ser este al fin, y que me leas y sepas que te estoy buscando. No diré nada por el momento, sólo que te busco y necesito encontrarte. De hace años que no sé nada de ti, porque tampoco quise saberlo, pero luego de un par de cosas que quisiera contarte, he decido buscarte, escribirte, saber cómo estás. Me preocupas, a pesar del daño y el dolor con que nos dejaste sin saber cuál fue la causa, he descubierto que tras del odio que sentí hacia ti, estaba esa constante preocupación por saber dónde te metiste. Supe que al parecer estás en Mendoza, quisiera corroborarlo. Sé que no nos podemos ver, pero al menos procuro mitigar la distancia que nos separa, y los años que nos han mantenido en el desconocimiento de la vida, y saber de ti. Sólo contarte tal vez que fui madre, de un hijo precioso de un año y medio que ahora mira una película frente al televisor, sin siquiera imaginar que escribo a quien es su abuelo, de quien jamás ha escuchado otras palabras que no sean las del despecho de la mamá, mis hermanos, y yo. Hoy me arrepiento, tal vez la imagen que tiene de ti no es la mejor, pero por lo pequeño que es, quisiera tener la ilusión que sepa cosas buenas de ti. Creo que por el minuto nada más puedo decirte, sólo que espero una respuesta, pronta, para poder contarte de mí, mis días, de la vieja (que sigue cada día más mañosa) y de tu nieto.
Espero no te sorprendas tanto, y comprendas la distancia que nos mantuvo tan lejanos
Un beso grande, y un abrazo, de esos que me gustaba me dieras en las tardes calentitas de invierno.
Pola
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Remitente: El viejo
Destinatario: Pola
Fecha : 05 de julio de
Asunto: Re: Dime que este sí es…
Pola!
No sabes cuánta alegría me dio saber de ti. Creo que aún me tiemblan las manos mientras respondo este correo que invadió de esperanza y buenas vibras mi corazón. La sorpresa que me deparaba hoy mi bandeja de entrada, creo que ha sido una de las más lindas de estos últimos años. Sé que hay muchas cosas que decir, sé que tienes muchas preguntas que hacerme… por el momento sólo, entre las lágrimas que están cayendo sobre este teclado, puedo decir GRACIAS, desde lo más honde mi alma GRACIAS, y esta gratitud es por existir, por estar, por ser la hermosa hija llena de vida que espero aún seas, por darte la gran valentía que me imagino tuviste para tragar tu orgullo, y sin entender muchas cosas, aventurarte a escribirme y buscarme. Me imagino te costó mucho, muy pocos de los viejos saben de mí. Te respondo lo medular. Estoy en Mendoza, sí, vivo… tranquilo, por si debiera decir algo para calificar esta vida, con poco, con lo justo, con los escaso, pero siempre tranquilo, aunque las noches se vuelven tortura en la soledad de la gran casa que alquilo, cuando pienso en mis años de antes, en tu madre, en el enorme dolor que los dejé a ustedes. Espero te aventures aún más y me sigas escribiendo. Quisiera conocer a tu hijo, ¿tienes fotos de él?, y ¿qué haces en México?. Ya no puedo más Pola, perdóname, pero sólo quiero enviar esto pronto para tener una respuesta tuya, y tal como tú me lo dijiste, “aferrarme a la esperanza” de que pueda al menos saber de ti, y a través tuyo, de tus hermanos que los extraño no sabes cuánto.
Te envió aquél abrazo que me pides, que yo también añoro.
Un beso para tu hijo
El viejo.