Niño con seguros en todas sus puertas
Niño triste,
niño de lágrimas duras y ensimismadas.
Soledad que busca remediar lo irremediable
pasos que te sigues, pasos lejanos en tu mismo círculo
escéptico que ve la falsedad en todos tus ojos de ellos
irrompible tu duda con cara de payaso triste
labio tuyo que se sesga deshabitado.
Gato pobre,
gato solo,
gato inerte.
Te he buscado para sentirme más conocida,
sólo un ciego enojo dejas y mas desapegos.
Me dueles,
árbol desengañado,
árbol atado.
Se nos está acabando la inmortalidad,
bébete ahora
despierta a las hadas del reproche,
sálvate ahora que todos duermen ya sabiéndose todo,
arma un rompe cabezas con trozos de la contradicción.
Aplázate,
síguete inventando,
pronto serás animal, hombre y poeta.
Resérvate,
cuídate,
guárdate para cuando ya quieras hablar y nadie escuche,
vívete ajeno,
vívete amordazado, la inmortalidad se nos acaba.
Vívete así, yo tampoco voy cuerda.
Apresúrate a morirte solo,
hay una niña en el espejo que también me espera.
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