Cuando apareciste no lo pude creer,
desde aquel día estás en mis sueños
como la vez primera cuando de niña sentía amarte…

Me duele saber lo que siento,
porque jamás debí enamorarme de alguien que no fueras TÚ.

Mi piel se estremece
ante la caricia furtiva de un te quiero;
como me duele haberte perdido
en el juego de amor que intenté vivir.

Quiero evadir el silencio de tu mirada,
porque mi cuerpo tiembla al tenerte cerca;
porque todo lo que siento dejó de ser un secreto;
ahora temo ceder completamente a este AMOR.

Necesito que tus besos
recorran una vez mas los latidos de mi alma;
necesito dormirme con la pasión que desborda tu aroma
y cuando despierte reflejarme en tu sonrisa,
porque entonces comprenderé que perdonaste mi equivocación.


Autor: Quituisaca Samaniego Lilia