Delante de mí camina solo mi sombra,
volteo un par de veces y solo la calle vacía está,
sigo caminando mientras las dudas atraviesan la razón,
arden tanto las heridas del cuerpo, las heridas del corazón
Ha caído el soldado en una batalla que no nombra,
la indeferencia lo mató,
nadie escuchó su grito, la esperanza sorda quedó,
le dio la mano a la derrota y diciendo su nombre se presentó
Labios resecos por no decir lo que acostumbran decir,
frustrados intentos de dibujar en palabras un cuadro de Monet,
solo garabatos confusos de incoherencias titubeantes,
solo un títere colgando en cuerdas de timidez
Movimientos anticipados cayendo sobre el recuerdo de
mi desaparecida improvisación,
burlo galanteo que llenó de risas y mofas los bolsillos,
ironía vestida en respuesta cohibiendo una declaración,
en el cielo algodones negros ocultando puntos amarillos
Le bastaron solo unos segundos antes de su inminente caída,
le arrebataron el último aliento de vida,
el soldado nunca había ganado hasta que perdió,
fue una bala, solo una palabra, fue ella quien le disparó
Tan solo la sombra se llevó,
se fue de la mano con ella,
se fue solo con lo que de mí imaginó
Perdió el soldado, la desesperación partió su fusil por la mitad,
quedó desnudo cual nunca imaginó,
cerro los ojos y comenzó a mirar,
su alma en manos ajenas sin darse cuenta dejó
Se levantará el soldado del polvo y llenara los pulmones
de un aire nuevo,
armará su fusil, y esta vez su fusil será una margarita,
serán pétalos sus sueños, vivirá una historia no escrita
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