Muerte en las Piedras (soneto) Empapada de sangre anda mi sombra protegiendo el cordón de hilos venosos en guardia ante el rugido de los polos su temblor es el hielo de una boca. Por el cráneo roto arde la soga mientras brota la muerte de los ojos el fusil desmaleza un mar de rostros tierno beso de tripas y una mosca. El futuro se pudre en los tejidos reducido a un momento en la memoria existencia incrustada en los vestigios. Cabalgar llameante por los ríos maremoto de luz, casco de espina viejas piedras de llanto en los abismos.
Texto agregado el 13-07-2009, y leído por 174 visitantes. (3 votos)