para quienes me conocen y para quienes no,
soy portador de VIH,
virus de la inmunodeficiencia humana,
para mi VIH siempre fue
vivi intensamente tu humanidad,
pero por más palabritas de autoayuda que use
llevo el veneno en mi sangre,
como un estigma,
como un anuncio anticipado de la muerte.
mi conducta frente al tratamiento es cuestionable.
luego de diez años,
después de muchos amores y desamores,
pequeñas victorias y derrotas,
desilusiones y cansancio,
de tolerar los poderes confesionales:
novias, medicos y jueces,
de someterme a mis adicciones,
del extasis de la mente,
luego de todo ello
tengo miedo a la muerte,
maldito orden de la vida.
tengo miedo cuando se me corta la respiración,
me mareo por cualquier cosa y pierdo el equilibrio,
siento el dolor en todas y cada una de sus formas
cuando se me nubla la vista y
se me cierra la garganta en un ahogo profundo
recorriendo mi cuerpo
y haciendo su tarea de zapa sobre el espiritu.
la vida es bella, lo sé.
pero si te dicen que mori,
no llores,
reíte,
embriagate,
drogate con lo que tengas,
incendia iglesias y patrulleros,
en cada segundo de pasión y de alegria
viviran girones de mi existencia.
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