I
Mil mascaras tapan mi rostro,
Mil rostros por cada mascara,
Y me doy cuenta de que soy un millar de rostros,
Un millar de mascaras.

II
Cada recuerdo compartido.
Saber que soy yo y el al tiempo,
Yo y tu,
Tu y él...

III
¿Si cada uno fuésemos todos...
...y en todo estuviese una parte de cada uno?
¿No se suprimiría el singular, el yo, el tu?
Uno por uno, uno, dice mi maestra,
Uno por uno, nosotros, grita mi ser,
Y la aritmética de mi pensamiento se pluraliza en un loco sollozar...

IV
He sido una mujer bella y he parido cien hombres,
O tal vez el mago que amasó en barro a la mujer bella,
O quizás el dios que imprimió el poder en el mago
que amasó en barro a la mujer bella,
O tal vez uno de los cien hijos,
O tal vez soy todos aquellos,
Nunca ninguno.

V
¡La nueva ley se a escrito!
Reconozco mi humanidad cuando niego mi unidad.
Soy el perro que muere en la acera,
Y el sacerdote que bendice la cena,
El guerrero que muere quinientos años antes,
Y el mesías que vendrá.
Inmutable la nueva ley se ha escrito,
Yo somos, ahora reina en mi la pluralidad.