El leve roce de tu piel me acaricia el alma,
y estremece las fibras de mis sentidos,
energía que recorre sin cesar por mi cuerpo
sólo con cerrar los ojos e imaginarte
soy como la rosa que guinda de su tallo en flor,
soberana, impetuosa y arrogante
presa del deleite... así he presumido,
haciendo aflorar mi sentir escondido.
El leve roce de tu piel, es como un manto de nubes
cuanto más cercano, miel que me condena
de rocío me cubro y escapo presurosa,
es delirio de placer, porque sin tenerte te tuve,
eres mi debilidad, pero la más hermosa
ahora con el roce de tu piel contuve mis impulsos
y el desenfreno fulminante de abrazarte.
Al leve roce de tu piel, me sentí enamorada,
tan sólo con mirarte y creía descubrir
en tu mirada ausente un poquito de amor para mí
cuantas veces más rozaré tu piel
con disimulada indiferencia,
cuantas veces más resistiré a la tentación
de tropezar en la nada,
y provocar entre tu cuerpo y el mío ese toque
casi perfecto, casi angelical, casi mágico.
El leve roce de tu piel me eleva al infinito
y en el espacio sideral, me desahogo, grito
y mi palpitante corazón se quiere salir del pecho
porque no hay mejor alimento que el asirme
a tus brazos fuertes.
Con el leve roce de tu piel
quiero rozar el límite del delirio
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