Los pequeños patos caminan en fila india detrás de su madre. Para llegar a la laguna deben atravesar un camino pavimentado, ahí lo salvaje y la ingeniería humana convergen en esa franja grisácea infinita. Una miríada de carros atraviesa a gran velocidad la carretera. Y los patos absortos ante estos animales veloces y brutales reculan algo inseguros.

La mama pata tiene como objetivo cruzar al otro lado, debe llegar al lago para enseñarles a sus pequeños a nadar y alimentarse de los peces. Decidió en el momento oportuno y se aventuro a cruzar. La locomoción de un ave no es la más rápida ni la más grácil. Con desespero apresuraba las patas cambetas para llegar, uno tras otro, los pequeños patos fueron arrollados, destripados en la carretera, uno mas, quedó pegado como chicle en las ruedas de un auto e iba gritando -mamaaaaaaa… a medida que se alejaba a gran velocidad mientras se iba convirtiendo en masilla cada vez que la rueda lo aplastaba contra el pavimento.

Una escena sangrienta se estampó en la carretera. Inmutables proseguían su curso los conductores, la mama pata había atravesado la calle, pero enfurecida de la impresión de haber visto a sus patitos, se transformó en un gigantesco tigre de bengala. Galopó con prisa y alcanzó al automóvil asesino, mordió los cauchos con sus fauces y el auto se volcó explotando en pedazos. Se achicharró el pobre conductor.

Comenzó a bailar break dance para celebrar el triunfo y mas tarde se encontraba en un cafetín, tomando… ¡café! Habló con la mesera que lucia atractiva, la cortejó y para su agrado esta aceptó. Ya en el hotel el lesbianismo era salvaje, peludo y lujurioso. Los rugidos de la tigra y los gemidos de la mujer camarera hacían contraste exquisito. Después de culminar el acto sexual salió de la cama y nuevamente se convirtió en un pato. Antes de abrir la puerta miró hacia atrás chasqueando su prominente pico característico y observó como permanecía desnuda, piernas abiertas en la cama fumando un cigarrillo. Emitió un graznido y en ese instante puso un huevo, el cual rodó por el piso hasta dar al pie de la cama. Volvió a graznar y salió de la habitación.

Ahora es una gaviota y vive en las costas del Brasil, se alimenta de peces y quiere ser astronauta.

-Gilbertico ven a comer… ya se te enfría la comida… Muchachito que tanto haces en ese cuarto encerrado. Sal a llevar sol te vas a enfermar. Deja de ver tanta televisión. Definitivamente voy a tener que suspender el servicio de tv por cable.

-ya voy mama… mm me falta ponerle el titulo a mi cuento.