Daño colateral
Sentado en un café con Aleksander “Sasa” Ilic y en su español con acento andaluz, trata de explicarme porque Kosovo si y Osetia no.
Osetia está dividida entre Osetia del sur y Osetia del norte - me explica mientras fuma su octavo cigarrillo “MORAVA”,
Osetia del norte pertenece a la Federación rusa y Osetia del sur a Georgia, el presidente de Georgia anhelando ingresar a la Organización del Tratado del Atlántico del Norte, decide resolver sus problemas territoriales, requisito de ingreso a OTAN, Osetia del sur se declaró independiente hace casi diecisiete años, pero deseando unirse con Osetia del norte y por simple razonamiento a la Federación Rusa, pero jamás fue reconocida por la comunidad internacional, a diferencia de Kosovo y todas las repúblicas de la ex Yugoslavia, las cuales con una celeridad desconocida fueron reconocidas como naciones independientes, por otro lado, las fuerzas armadas georgianas en constante entrenamiento con las fuerzas estadounidenses y equipadas por estos mismo, al sentirse fuertes atacan a Osetia del sur en una blitzkrieg (guerra relámpago) para tomar por asalto y controlar su capital, Tsjinvali, aprovechando que el mundo se encuentra embobado viendo las olimpiadas de Beijing.
No puede dejarse de notar que Georgia es un país de importancia vital desde el punto de vista geopolítico, pues miles de barriles de petróleo y gas se extraen diariamente desde el mar Caspio y deben transportarse al mar Negro, con el fin de que puedan llevarse al Mediterráneo y al resto del mundo.
Siendo el motivo principal, el lograr el control del oleoducto que transporta el petróleo desde el puerto de Arzebaijano de BAKU en el mar Caspio, cruzando por Osetia y su capital, desde la cual se deriva hacia Turquía y a Georgia, saliendo al mar negro y al mediterráneo, respectivamente.
La entrada de las fuerzas armadas rusas (58vo Ejército) a la contienda no fue algo inesperado, la razón esgrimida fue la defensa de la población y de sus “casualmente” 500 cascos azules desplegados en el área puede parecer violenta y desproporcionada ante la mirada de alguien que no entendiese que es lo que se jugaba en este conflicto, que era el control de la llave de paso del petróleo.
¿Petróleo? – pregunto.
Sí, otra vez el petróleo - me dice, mientras enciendo el noveno cigarrillo y mata casi todas moscas del café con el humo.
El presidente Georgiano llamó a la reserva nacional (100.000 hombres) para su movilización, Estados Unidos en un gesto de buena voluntad, devolvió a todos los soldados georgianos que participan en misión de paz en Irak en un vuelo directo y sin escalas, para que participaran en la defensa de los intereses nacionales.
Las fuerzas rusas rápidamente toman el control y no están dispuestos a vivir un segundo Afganistán, los georgianos reclaman de supuestas limpiezas étnicas y de invasión a su territorio, los osetios reclaman lo mismo, el conflicto vuelve a “foja cero”.
Razun molin vas (la cuenta por favor) - digo mientras apago mi cigarrillo (el primero), mientras veo en el televisor que trasmite en directo desde Osetia la entrada de los tanques rusos, casa en llamas, cadáveres que yacen en los jardines y a los pies de los árboles, se habla de 1.400 muertos como mínimo, le pregunto a Sasa.
¿Y eso? – pregunto mientras apunto al televisor
Daño colateral, daño colateral - me responde inmutable.
Ya en la calle y antes de despedirnos me dice,
¿Sabes cuál es el mensaje? - me pregunta, mientras cierra su chaqueta.
Ni idea - respondo mientras miro como van encendiéndose las luces del pueblo.
Los rusos le mandaron un mensaje a los analistas de la CIA, que ya no inventen más terroristas barbudos escondidos en cuevas en las montañas de Afganistán, nosotros somos su amenaza real.
Me río mientras camino y pienso que no me gustaría estar en la estadística del daño colateral y ¿cómo se llamaba el joven nadador que ganó alrededor de 8 medallas de oro en Beijing? |