Precisión Serbia

Lentamente saco mi HK (Heckler & Koch) MP5, que llevo bajo la chaqueta, está preparada y lista, mi mano se ajusta a la empuñadura ergonométrica. Es una máquina perfecta de calibre 9 milímetros con una velocidad inicial de 350 metros por segundo y fabricada en Alemania además se encuentra compensada para evitar el error típico de los principiantes que al primer disparo, el cañón se desvía y se pierde la puntería inicial.
Avanzo por el hall del hotel Intercontinental de Belgrado y llegando al sector del comedor principal, camino pausadamente, la gente a mí alrededor no se percata que llevo un arma en mi mano derecha, tal vez debe al opaco del mejor acero empavonado.
Mi objetivo se encuentra solo a 7 metros de distancia, con el entrenamiento que tengo no fallaría pero debo asegurarme que sea su última cena.
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Zvonko ¿que tengo para hoy? - pregunta Zeljko Raznatovic alias Arkan.
Estoy revisando su agenda señor, hoy 15 de enero del 2000, tiene una reunión en el Hotel Intercontinental – lee en voz alta Zvonko, su guardaespaldas – es una cita con el jefe de policía y con un hombre de negocios, el policía es Dragan y el otro es Milenko.
OK ¿y a qué hora? - vuelve a preguntar Arkan mientras se termina de vestir.
- A las 17:00 hrs. Señor.
- Bien, quiero estar allá 10 para las 5, así que coordina todo y avísame – ordena y con un gesto de su mano despide a su guardaespaldas mientras se observa en el espejo, otra reunión, pensó mientras se arregla el cuello de la camisa y se abotona las colleras.
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Levanto la subametralladora y alineo los aparatos de puntería, aspiro profundamente y suavemente dejo escapar el aire por mi nariz, tal como me enseñaron mis instructores, comienzo lentamente a apretar el disparador, mis piernas semi flectadas para absorber el retroceso del arma, mi mano derecha toma firmemente la empuñadura y con la izquierda agarro el guardamanos para compensar la estabilización mientras disparo.
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- Buenas tardes, disculpen el atraso, dice Arkan, él sabe que está a la hora exacta, jamás se atrasaría.
- Buenas tardes, le responden mientras se levantan para estrechar su mano.
Él con un gesto negativo de su mano les pide no levantarse y se sienta en la cabecera de mesa, estamos entre amigos, dejemos las formalidades - dice él mientras se acomoda la chaqueta.
Sus dos guardaespaldas y hombres de confianza, se sientan un par de mesas más allá, no le quitan los ojos de encima, ya no es lo mismo, los tiempos cambian, Arkan se ha vuelto un blanco fácil y hay demasiadas personas interesadas en silenciarlo o cobrar venganza.
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29, 28, 27, voy contando aproximadamente y en voz baja para saber cuántos tiros me quedan en el cargador, los tres primeros impactan donde quería, entre su cabeza, cuello y hombros.
Me alcanzo a percatar que uno de mis tiros entro por su ojo izquierdo, doy un paso a la derecha y vuelvo a disparar.
26, 25, 24, 23, 22, elimine al jefe de policía y a su acompañante, ignoró quien es pero hoy fue su día de mala suerte, doy dos pasos a la izquierda y ya sé que sus guardaespaldas están amartillando sus pistolas, tal vez también vengan con alguna sub-ametralladora, no lo sé, pero ahora debo colocarme de lado y así presentar el menos blanco posible y apuntar solo con una mano, ellos son tan profesionales como yo, Zvonko lo conozco solo por fotografías que me entregaron los hombres de Inteligencia pero sé que él es totalmente leal a Arkan y combatieron juntos en Sanski Most, Prijedor y otros lugares además sé que se preocupará de protegerlo, entonces solo me debo cuidarme del otro hombre que adelanta hacia mí.
21, 20, 19, debo ahorrar munición porque tengo llegar a la puerta del hotel y hay tendré cobertura de fuego de mis amigos, solo debo llegar al hall del hotel – pienso mientras comienzo a correr.
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Zvonko corre hacia Arkan, mientras las copas de vino manchan el mantel blanco y se mezclan con la sangre, su cabeza está apoyada sobre la mesa, el jefe de policía y el hombre de negocios yacen en suelo heridos de muerte.
Zvonko levanta su pistola CZ-100 de doble acción, 9 milímetros con de 13 tiros por cargador y de solo un peso de 680 gramos y efectúa solo 5 disparos, uno de los cuales impacta a una mujer que corría histéricamente, los otros 4 me dan en la espalda, caigo al suelo, Zvonko corre hacia mí sin dejar de apuntarme, cuando se encuentra a mi lado, patea la pistola que va a parar debajo de un sofá de tres cuerpos y me dispara dos veces en el pecho.
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El cuerpo de Dobrosav, rebota en el lujoso piso del mármol del hall por los dos impactos de bala a quemarropa efectuados por el guardaespaldas de Arkan, estando a solo a un par de metros de la salida.
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Arkan fallece a las 18:50 horas sin ningún resultado positivo del RCP efectuado por paramédicos del hotel.
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Tras la muerte de Arkan todos sus enemigos lo celebraron. Para unos fue el fin merecido de un criminal de guerra, responsable de la limpieza étnica en Bosnia y Herzegovina, mientras que otros hubieran preferido que la historia hubiese acabado en el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia.

Las reacciones a su muerte fueron muy variadas, pero todas ellas fueron de sorpresa. Los serbios pro-occidentales consideran a Arkan una vergüenza para su país; para ellos, su figura representa a un bandido y a un errático señor de la guerra. Para otros, representa al último patriota y una leyenda heroica, aun puedes comprar alguna polera con su rostro estampado en ella.