Arribó de los cielos, engendro de un mundo gris
Sin dirección ni recuerdo, para quedarse aquí
Vivió de mis dudas y bebió del arco iris
Fuente divina de sueños, pasiones que sentí
A mil y un amaneceres abrazó aturdido
Humanidad incierta, ermitaño pecado mudo
La vida, un misterio finito de enigmas locos
Brotando incesantemente de placeres rotos
Nunca dejó de sollozar mientras lo conocí
Durante el tiempo que lo acobijé y consentí
Sin dirección ni recuerdo, un amigo conseguí
Sus penas, tristezas y murmullos adquirí
Fue el destierro de un mundo lo que lo atrajo
Al descubrir la realidad se derrumbó hacia abajo
Sus lágrimas penetraron hondo en mi mente
Mi sueño su vida, su vida un sueño viviente
Texto agregado el 30-05-2004, y leído por 216
visitantes. (2 votos)
Lectores Opinan
17-06-2007
Tiene el toque tragico mistico que tanto logra apasionar al lector lo lleva por los oscuros o claros caminos que se plasmen hoy por hoy... arcangel_solar
26-10-2006
muy buen poema... flinstoneman
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login