En la penumbra tibia de la alcoba
ella quedó rendida y satisfecha
y yo pensé en el baño, es tan arrecha
como una amante puta y super-loba.
Puede tragarse el palo de una escoba
tan profunda y elástica es su brecha
pero es también caliente y tan estrecha
como el vientre materno o la recova.
El cascabel vibrante de su risa
es tan fresco y gentil como la brisa
de Cali hacia las cinco de la tarde.
Nunca quiero apartarme de su lado
aunque me tenga un poco preocupado
que cuando voy a mear la pinga me arde.
Texto agregado el 09-07-2009, y leído por 198
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Lectores Opinan
09-07-2009
Aunque ya no transito por estos páramos, te vi al pasar y me decidí a entrar. Siempre cae bien un refrescante vaso de buenas e irreverentes letras. ZEPOL
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