Es lindo cuando llueve y es manifiesto el cariño. Surge sin proponerlo ayudado al caer las gotas. Con un proyecto creíble agitamos los fantasmas, esos que limpia la lluvia, que, gentil, da la existencia. Tu rostro dibuja al mío sin siquiera parpadear. Ellos me pueden mirar pues llueve y somos dos niños.
Texto agregado el 09-07-2009, y leído por 244 visitantes. (5 votos)