Después de intimar
me quede dentro de ti,
fundidos en un capullo
uno solo,
embriagados de deseo,
enredado a tus cabellos
envuelto en tu lujuria,
tus manos en mi espalda
agarrando la noche,
para alargarnos hasta el alba.
Se nos escapa esta noche,
ya no podemos frenarla
tendremos que alejarnos
cada uno a sus casas,
a disfrazarnos de rutina
trabajo y crianza.
Nuestros pensamientos unidos,
aunque separados por la distancia
los recuerdos aun vivos,
tu olor rodea mi alma,
tu voz golpea mi mente
otra semana ha pasado,
sin poder verte.
El silencio que produce el desamor,
son los ecos que provocan
esta infiel relación,
quedara guardada envuelta
la esperanza,
deseando otra noche más
para la infidelidad que nos atrapa.
Sin límites,
sin ataduras,
sin cordura,
solo el deseo tiene cabida
a esta relación prohibida.
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