Apuñalante obsesión
que irriga tu sangre
ríos que al hervir
en muerte se convierten.
Maldita compulsión
del amor a la muerte
al sufrimiento y al dolor.
Dominas las sombras
que al caminar se escapan
derechas al vacío
que provocan tus ojos.
En el espejo de las virtudes
rebotan desgraciadas
manías que con tus manos
asesinas, meditabas.
El fin era la única vía
para escapar de la tortura
que tu soledad provoca
en mis manos transpiradas.
Texto agregado el 30-05-2004, y leído por 157
visitantes. (1 voto)
Lectores Opinan
07-06-2004
... "jugar al final"... es un intento de engañar lo inengañable... Nocturna
31-05-2004
No sé explicar aquello de este poema que no me gusta, creo que tiene algo que ver con combinaciones que no suenan muy bien, pero no estoy seguro. SicFaciuntOmnes
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