Creo en tí porque mi corazón es necio,
y no quiero la soledad de un laberinto vacío
creo en tí porque niego sin tí mi existencia,
me niego a que existe algo despues de tí,
si existe algo es la indiferencia
y mis días con sus noches eternas,
creo en tí porque ante las evidencias...
existe confianza y la promesa de un juramento,
creo en tí ciegamente y no me arrepiento.

Creo en tí porque tras la venda de mis ojos
he valorado, más tus virtudes que tus defectos
y he pesado en la balanza de la equidad
las cicatrices y no las heridas,
las horas que son muertas, pero si mi felicidad
el primer día y no el último,
las caricias y no el desamor,
tus detalles y no los olvidos.

Creo en tí por tus valores escondidos
y sé sin temor a equivocarme,
que quieres descubrirte y revelarme
tus temores acallados en el silencio
que quisieras borrar esas frases perdidas
y en vez de abrojos regalarme flores.

Creo en tí, porque tras esa máscara de frialdad
arde el hombre, el amigo, el compañero
esa persona que con ansias yo espero
creo en tí porque no te hace falta esperanza,
sino la decisión,
de desterrar ese velo de inseguridad.

Creo en tí porque no me canso de esperarte.

Creo en tí desde el primer día...