- IV -
Bermejo
Lo provisorio amenaza continuamente con transformarse en definitivo, y lo definitivo amenaza no dejar de ser más que algo provisorio..
Este es el cuadro vivo de la Sociedad, y todavía está muy por debajo de la realidad ¿Por qué? Porque en cada rostro sobresale una máscara;
porque nadie se preocupa por ser y todos se preocupan por parecer ¡Parecer!, he ahí el ideal supremo, y si se desea tan ávidamente el bienestar
y la riqueza es únicamente para tener la posibilidad de parecer. Porque, con los tiempos que corren, ¡el dinero es lo único que nos deja bien parados!
Emile Armand “Individualismo anarquista y camaradería amorosa” Ateneu
Enciclopèdic Popular. Barcelona - 2000
Mientras, en su enorme casa, Álvaro se preparaba para el acontecimiento, pensó:
- Tengo que conseguir más esclavos para esa tarea…
Adiestrado para competir, él temía que los Gonzáles lo superaran en producción.
En la plaza todo estaba pintado de celeste y blanco, gracias a las pinturas que había donado la multinacional, y la cultura se trasmitía en vivo de generación en generación en plasmas japoneses.
Álvaro se terminó de vestir y en medio de meditaciones, sintió un fuerte mareo, luego el frío empezó a adueñarse de su vida, intentó ponerse la escarapela, esa que adoraba el pecho de los patriotas y que había llegado en los camiones de origen alemán, pero no pudo, se recostó en la cama, el acto comenzaba, los abanderados llegaron, lo miraba como podía desde su plasma, en vivo y en directo.
Mientas la fiebre lo mataba, escupía la sangre del pasado, poco a poco fue desvaneciéndose, y con él, su oro hecho de algodón.
Su oro blanco, se transformó en rojo, y con él tiñó las aguas del río de su pueblo. El Bermejo argumentó su leyenda de codicia y avaricia.
Álvaro no alcanzó a escuchar el final del Himno, así murió el invitado de lujo, el ex intendente, se disipó solo en su enorme casa, sin embargo, en la plaza el Himno Nacional Argentino sonó alto, claro y armonioso gracias a los parlantes y equipos de sonidos estadounidenses. |