| Con ilusión soñaba tu presencia,mi voz gritando, cuánto te amo a ti.
 Más se quebró la dulce creencia,
 al ver tu mirar, ajeno a mí.
 No hallé reflejo de mi alma ardiente,
 tan solo un eco de olvido helado.
 Mi amor profundo, tan elocuente,
 jamás tu pecho ha conquistado.
 ¡Ámame, te lo ruego, por Dios eterno!
 Verás la luz que en mí resplandece.
 Mi corazón te quiere amar, sin temor,
 y está inquieto, como un  oso,
 ¡Ámame, te ruego, mi amor precioso,
 que yo sé que estás deseoso
 de un beso sincero, un beso de amor.
 
 NTG.
 
 
 
 
 |