Me voy a dormir. Quizás el cansancio se duerme, y mañana al despertar continúa con mi vida como si fuera suya.
Cada día usurpa una parte nueva y me consume... pero mientras tanto me mantengo anestesiada para evadir dolores y sabores amargos... Después de todo el cansancio no es rencoroso...
Texto agregado el 04-07-2009, y leído por 149
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