EBRIO
El hombre, era de baja estatura y corpulento, cabello cano, y ojos tristes, con un corazón cargado de dolores y nostalgias de un pasado triste. Por eso habÃa tomado la costumbre de beber a menudo para empaparse con alcohol las heridas que la vida o el destino le causo.
Una noche de invierno, helada, obscura, llego al lugar equivocado, no era invitado, pero su nublada mente le indico que llegara nada más, sin pensar en el resultado final. El estaba amargado, vivia en guerra con la vida y con los seres que le rodeaban, pero lo ocultaba con una seuda inteligencia, memorizaba vocablos, tejÃa historias, trabajaba en ellas para conseguir algun reconocimiento, el cual nunga llegarÃa. Su energÃa negativa salia por los poros de su rostros, por las palabras que pronunciaba, hasta por la sonrisa fingida, pero su ser interno pedÃa a gritos ayuda, amor, comprensión y cariño, sentimientos que quizá nunca conoció, de su pasado nada se sabÃa, sabÃa muy bien disimular sus penas, sus rabias en contra de un destino desdichado.
Era una reunión donde él querÃa ser la atracción, su embriaguez le ayudaba a pronunciar palabras obcenas, a olvidar la compostura que deseaba tener cuando estaba sin esas gotas de alcohol en la sangre, la hora avanzaba, todos se aburrÃa de oir sus comentarios malintencionados acerca de sus congeneres.
¡Salud! una y otra vez ¡alzad las copas! ¡bebed que mañana no estaremos!.
Cantemos, bailemos, divirtamonos esta noche, la vida es corta y moriremos, ¡bebed!, este hombre embriagado provocaba diversos sentimientos, era un pobre humano, lleno de amargura, envidias, querÃa sonreir, pero en su corazón ya no habÃa alegrÃa. La escena se tornaba tensa, pesada, ¡ah un ebrio! ¡qué dificil de soportar!.
De pronto alguien dijo, ¡divirtamonos!, conozco un juego arriesgado, pero muy entretenido, audaz, se requiere el coraje de un ebrio, yo voy a enseñarlo.
Tomenos cada uno nuestros lugares alrededor de la mesa, alcemos las copas, riamos fuerte, el hombre ebrio reÃa, sus babas caÃan en la copa, gritaba, vociferaba, ofendÃa, herÃa y se mofaba de todos.
Bueno dijo una voz fuerte, comenzaremos el juego, y de entre sus ropas saco un pequeño revolver, el cual lucÃa brillante, plateado, tibio, suave.....
Todos abrieron mucho los ojos, algunos se asustaron, el estomago les llego a la garganta, el ebrio, rÃo inconciente, y gritaba....¡silencio! este juego es serio, en este revolver hay solo una bala, el más valiente, se apuntara en la sien y tirara el gatillo, se sentirá solo un pequeño estruendo, y luego un hilillo de sangra correra por el rostro del afortunado, jajajaja qué bueno el juego.
El iniciador del juego, se sentÃa feliz, su adrenalina llegaba al 100%, al fin el ebrio se silenciarÃa, jajaja dejarÃa de mofarse, y de vomitar su amargura, su violencia y su morbosidad.
¡Vamos amigo! ¡atrevete!, tu que eres valiente, tu que todo lo sabes, tu que eres un caballero, tu que tienes buenos sentimientos, tu que amas, vamos tú primero. En este juego es el destino el que manda. El ebrio, reÃa, su rostro rojo por el alcohol, su mente nublada, alucinada, no pensaba, solo era.....era ¿qué?, un ser humano sin razón, todos alrededor estaban atónitos, algunos lÃvidos de miedo, otros sonrientes, al fin este ebrio se irá, jajajaja, otros pensaban pobre hombre no sabe lo que hace......y si se dispara la bala.......
Una voz, fuerte dijo ¡ya, vamos es tu turno!, y una sonrisa maquiavélica se dibujo en su rostro, con su mano izquierda le paso el revolver, el ebrio lo miró extrañado ¿que era eso?, ya no razonaba, pero su mano sitio el metal tibio, sus ojos se encontraron con el brillo que le cegó, recorrió a cada uno con sus ojos deshorbitados, sin mirar, y se llevó el revolver a su sien, le temblaba la mano y todo el cuerpo, de pronto dijo no me atrevo, y si sale la bala ¡que hago!, quien dirÃgia el juego le dijo, ¡cobarde!, estas temblando, y para ofender y herir no tienes miedo, anda se hombre y suelta el gatillo, te sentirás mejor.......
El ebrio, estaba asombrado, un frÃo recorrió su espalda, su cuerpo entero traspiraba y temblaba......
no se atrevÃa, por su mente paso como una pelicula toda su vida, sus sentimientos, sus dolores, sus pocas alegrÃas, la cruz que cargaba, en su embriaguez temÃa....¿a qué?.....pero de pronto la voz le dijo, ¡ya cobarde apunta!, temblando solto el gatillo....... salio una bala pequeña que se introdujo en su cabeza muy despacio, sintió un fuerte dolor, unas gotas de sangre cayeron lentamente por su rostro y se fundieron con sus lágrimas.....se fue desvaneciendo..... se escapaba la vida......al fin terminaba su tormento, agradecio por el juego afortunado que le arrebato los sufrimientos.......
Todos perplejos quedaron, tan solo una persona rÃo a grandes carcajadas y dijo, ya esta liberado...... |