Nívea paloma que lloras
lágrimas de rocío fresco
y que salpicas tus plumas
con perlas de rojo intenso,
por el dolor que te causa
trocar los dulces arrullos
en el desdén y el desprecio
de quien tu amor, no merece,
aunque lo sigas queriendo.
No te alejes,
quédate aquí con nosotros
que curaremos por cierto,
las heridas que del alma
estallaron en tu cuerpo,
y quizás en poco tiempo
estés volando de nuevo,
con ansias de libertad
elevándote a los cielos,
grácil y tierna a la vez
para gozar los secretos
que un buen amor guarda,
escondido entre los besos,
y valorando aún más
esos nobles sentimientos.
Porque el Amor es dulzura
que bendice nuestro verbo,
es cura maravillosa
de las mil desilusiones
que uno viene sufriendo,
es luz y resurrección
es armonía y respeto,
es encontrar en el otro
el espejo de lo eterno.
Nívea paloma, no llores,
que no has probado en verdad
el licor más exquisito
vertido de corazón
por el amor más sincero.





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