| Ecos en la Mañana GrisEn esta mañana gris, mi amor, la bruma
 rodea el recuerdo, te busco en la penumbra.
 La soledad y el frío, un manto que me abraza,
 ¿dónde está tu risa, tu tierna amenaza?
 Necesito saber de ti, mi anhelada vida,
 si aún guardas en tu alma mi huella querida.
 Cuéntame tus días, tu sendero y tu afán,
 si mi nombre florece, si aún me llamarás.
 
 El regocijo de mi alma, tesoro que no olvida,
 clama por tu presencia, por la dicha sentida.
 ¿Acaso mis besos, dulzura que se fue,
 pertenecen al tiempo, a un ayer, a un tal vez?
 Mi sed de amarte arde, un fuego que no cesa,
 siento el anhelo ardiente de tu dulce promesa.
 Volver a sentir el calor de tu cuerpo junto al mío,
 en esta mañana gris, un sueño, un desafío.
 
 El pasado, testigo fiel de un amor tan profundo,
 hoy se desdibuja, se pierde en el mundo.
 La distancia, implacable enemiga, se alza,
 y va borrando pasiones, cual bruma que abraza.
 Mas cuando dos almas se aman, el lazo perdura,
 y aunque estés sin saberlo, cambiaste mi ventura.
 
 Anhelo amanecer en el nido de tus brazos,
 escuchar el susurro de tu voz, sin retrazos.
 Que me digas de nuevo, con ternura infinita,
 que me amabas, mi amor, que mi alma te invita.
 
 ¿Qué será de ti, mi amor, en esta mañana gris?
 No sé si soy feliz, si mi ser se desliza
 por senderos sombríos, lejos de tu luz.
 Hoy te necesito, mi amor, en esta cruz.
 ¡Hoy necesito saber de ti!
 NTG
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