sentado por noches enteras, joe blisouto, no podía escribir... encendía la televisión, escuchaba música, llamaba por teléfono a quien sea para decirle lo que era un ser de amor... estaba triste porque, no podía escribir... empezó a leer, recordó cómo empezó a escribir y sus manos empezaron a soltarse, su mente se hizo clara y sin tormenta que le hiciera ocultarse... una noche en que miraba la televisión, el teléfono sonó... levantó el fono y era una voz muy conocida que le preguntó: ¿cuándo volverá a escribir?... soltó el fono al suelo y supo que la locura empezaba a sumergirle el alma... se sentó en la mesa de escribir y puso letras sin sentido sobre la página en blanco, luego, dejó de garabatear hasta que de impotencia empezó a gritar, maldecir, llorar... cerró los ojos de tanto lamento y sintió un susurro en su alma... abrió los ojos, se paró y caminó hasta la puerta de su cuarto. la abrió y vio a un muchacho en su puerta, con los ojos brillantes y vestido de harapos, detrás estaba una manada de animales y aves que volaban por toda la casa, la luz de día estaba tras su casa pero en su cuarto estaba de noche. el muchacho entró y se puso a caminar por todo el cuarto, todos los animales hicieron lo mismo... joe blisouto estaba asustado... salió de la casa y ya afuera vio cómo el muchacho empezaba a salir por la ventana que estaba a mas de cinco metros de altura... y con él, todos los demás animales... todos cayeron, y cuando joe blisouto corrió hasta dicho lugar, vio papeles y papeles escritos... cogió uno de ellos y lo leyó... era un poema, otro, un cuento, y así... juntó todos los papeles y subió a su cuarto. ordenó todos los papeles y se puso a corregirlos... sin darse cuenta, se había quedado dormido... a la mañana siguiente, sonó la puerta de su cuarto. pensó en el muchacho y corrió hacia allá... abrió la puerta pero no había nadie, tan solo papeles y papeles escritos y todos eran poemas y cuentos... los cogió y siguió su corrección...


san isidro, julio de 2009