Inicio / Cuenteros Locales / Rita-Morgan / No aprendas
mi pequeña a besar la
pared y te mantenga
ella en silencio, no
intentes sobornar
al destino con hazañas
de grandeza y así
honrar tu patético final,
no juzgues la mentira de las
calles cuando tus manos
se llenan de delirio,
no te abstengas de querer
idolatrar al caído entre
las paredes del olvido...
... Porque cuando las manos
se cansan de las
palabras, no quedan minutos
de cariño que ofrecer, a nadie. |
Texto agregado el 01-07-2009, y leído por 83
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