Te encontré por casualidad
una tarde por el parque
y mis pensamientos se prendieron
como incendio en el bosque.
Como largas llamas,
lenguas rojas y anaranjadas
latigaron mis pensamientos
abriendo mi mente a tu vuelo.
La perspectiva de las cosas
me hiciste cambiar,
y despertaste en mí
una nueva forma de pensar.
No se si fue
tu armonioso rostro,
o aquel brillo de tus alas
cuando quería tocarte
tú te marchabas...
Fue poco a poco
y de manera intermitente,
apareciéndote ante mí
de mil maneras diferentes,
eras flor, capullo, o mariposa
no lo se...
De pronto solo eres,
eres como una diosa...
Se abrió el olimpo para que vinieras,
desde el cielo solo a rozarme
con tu piel de terciopelo
basta solo aquello,
tan solo eso para inspirarme.
Revoloteas frente a mí
con tus alas de colores
me cobijas en tus sueños
y despiertas mis ilusiones,
te veo a veces
como esas hadas de cuentos,
que al volar dejas una estela
de brillos al viento...
Ya estas aquí mi musa inspiradora,
despertando mi pasión
a cualquier hora,
me envuelves y susurras
con tu suave canto
me alegras el día
y me cubres con tu manto.
En el atardecer de mi vida,
estarás ahí como ayer
frente a mí,
apareces con tus piruetas y alegrías,
sintiéndome dichoso
que me cantes día a día...
Eres tú mi heroína
mi salvadora, mi guía
rescatas mis ideas lanzándolas a mi mente,
no importa el momento dormido o despierto,
tú, solo apareces simplemente...
Eres tú mi musa, mi musa inspiradora,
te revelas ante mí
como la más ferviente admiradora...
y yo me la creo convirtiéndome en tu esclavo,
para invocarte y a veces seducirte.
Solo tú devuelves mi inspiración,
recreando en mi mente tu rostro
para impregnarme a tu vuelo
arrullándome a tu encanto.
Todo encaja perfecto a tu canto,
divagando en la imaginación
esperare a que aparezcas
y reveles tu encanto
mi musa de años,
aquella que vuela alto.
Despertaras mi ilusión
con el resplandor de tus alas,
moriría por ti...
mi musa...
mi musa enamorada...
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