Hoy no escucho nada, pues estoy sordo suspirando cada fugaz paso de mis pies lánguidos y frágiles sobre el altar y enloquecen mi vida y la transforman. Hoy es un día especial, mi familia me acompaña y todos juntos brindaremos al fin el eterno sacramento. No he podido dormir en días, los ojos rojos abren mi mente infiel y la transforman, pues cada pedazo de hielo sobre mi alma cae junto a la iglesia minutos antes de jurarle. ¡Es que acaso el orgullo que siente en su pecho ardiente y quebradizo podría llegar a perdonarme!, de haberle roto sus sueños libres y sinceros de esta noche especial que añoro quejándose en esas sabanas pegajosas por el calor de la noche, que hoy entristece su conciencia y odia el mundo, y ve mi cara veleidosa rumbo al sacerdote, convirtiendo esta mentira en la mas cruel de las veladas.
Texto agregado el 29-05-2004, y leído por 299
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Lectores Opinan
06-10-2004
tum tum tum eres como un tambor escritorazo(ucho) raulinno