Culpable es la luz del sol
de tu innata y efímera sonrisa,
culpable es el milagro que no fue
del desencuentro de destinos
que dividio nuestros caminos.
Es en donde reza el deseo
que miro tus ojos brillar,
cuando en noches insomnes
tu imagen se hace real.
Tendrás apenas el resto de tu vida
para ver si alguna vez mis ojos brillan,
tendré apenas el resto mi vida
para impedir que tu recuerdo me persiga.
No sé si ambas cosas serán posibles,
solo sé que de gris se tiñeron mis dias
cuando solo te encontré en mi memoria...
Texto agregado el 30-06-2009, y leído por 82
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