Es un collar de besos esta noche
que congelada en el tiempo se hizo eterna
son los lunares que bajan por tu escote
es un misterio que sube por tus piernas.

Es un silencio que me oprime el alma
es la calma feroz de tu tormenta
es mi seca y fustigada boca
es tu sonrisa, premio, primavera.

Es el eco sutil de quien te habita
como a una mujer llena de otros seres
que fluyen como rios a tus dedos
y reencarnan con tinta en tus papeles.

Es también tu modo femenino
el dulce acompasar de tu cadera
tu corazón derecho como un pino
lo que me sube, me vaja y me marea.

Y yo de mi que tan loco estuve siempre
que adrenalina me gusta y me da vida
contento voy corriendo asia la cumbre
para lanzarme en picada a tus orillas.

Te siento como el agua mansa fluye
entre nido protector que hacen las piedras
en tu orilla, donde mi alma huye
con el cándido sonido que proyectas.

Es entonces es el eco de la vida
lo que vibra caminando al lado mío,
encaramado al duende de tus manos
es la perla que espera sus latidos.