Santiago llueve
y yo estoy lloviendo
soy un pantanal
con pedacitos de cemento
entre la tierra y el pasto
todos mis bichos bailan
están cantando muy fuerte
piden de todas las formas
que se los lleve tu vientre
y que me lleve con ella
que nos arrastre un torrente
de aguas harto frías
para descongojar
a la borrachera caliente

En Santiago llueve
y yo me humedezco
me atrevo a afirmar
que me estoy pudriendo
mi estómago medio se entibia
cuando ulula el hambre
ni un recuerdo de ella
y en mi aliento
no queda nadie
no hay sombras ni luces
ni desaparece esta carne
que la anhela un poco
que hace como que arde
para puro perderla mi’ja
sin sentirse culpable

Santiago es un río
y yo una jarana corriente
de mi barba cuelgan
veinte monos negros
soltando versos valientes
por el cogote me corre
una niebla rara
y pura mala suerte
en mi entrepierna llevo
un vendaval de muerte
y por el culo me sale
una rabia que hierve

Cuando se raja lloviendo
sé que Santiago te duele