Al mirar tus ojos comprendo las paradojas del mundo
algo hay dentro de todos los humanos que todavía no se ha perdido
con esa esperanza vivo yo mis días amándote como siempre.
Al pararme junto a tu cuerpo siento la calidez humana
hay todavía buenas gentes perdidas entre calles y avenidas
hay que salir a buscar a los adivinadores del futuro
el presente nos está ahorcando silenciosamente.
Al estar contigo en silencio de peregrinos
escucho los cantos y los himnos de la alegría
hasta mis oídos llega el relinchar de caballos
el aleteo de mariposas en pubertad
el canto del río que corre como niño loco.
Cuando me besas se agita el mar en mis manos
rugen olas en mis dedos
y busco tus orillas para vaciar la sal de mis ganas.
Texto agregado el 26-06-2009, y leído por 122
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