Llegó a ser tan diestro en informática, que podía hacer casi lo que desee, desde cualquier café internet del mundo sin ser descubierto.

La lógica detrás de su habilidad era abismalmente irrefutable: entendiendo las bases, se entiende en detalle lo complejo.

De hecho un tiempo moderó (a sus 15 años y sin que se sepa) un conocido foro de usuarios senior del mundo de la computación.

Sus padres, fueron en gran parte responsables de criar a un geniecillo insociable y por ende anónimo, también fueron responsables de haber inculcado en sus descendientes valores humanísticos firmes y consolidados.

El nunca dijo ser un santo, claro que alguna vez se vio desarrollando mentalmente la secuencia de comandos que serían necesarios para acceder a un cajero automático y vaciarlo sin dejar registro de las operaciones, cierto que alguna vez navegó en archivos considerados secretos y codificados de la mismísima MS Corp. y naturalmente podía acceder a archivos exclusivos de cuanta base de datos exista en determinada organización, pero su educación le inhibió automáticamente a cuanta idea de robo, apropiación ilícita o daño alguna vez le rondase la cabeza.

Llegó a sus 38 años a comprender de modo excepcional la lógica digital. Sus aptitudes eran plenas y para los Ph. D. en informática, corrosivamente envidiables.

Habiendo alcanzado un punto de extrema aptitud, hizo lo único que alguien inteligente haría en la actualidad: Se borró del sistema y hoy no existe.
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