Los genes de la novia


- ¡Mamá, mamá! ¡Me caso otra vez!

- ¿De nuevo? No nena. No embromes.

- ¡Sí mamá! ¡No puedo creer lo feliz que estoy!

- Pero nena, si se te veía tan bien estando sola.

- Sí mamá, pero en cuanto lo vi a “Mi Gordito” me brotaron esas cosquillas en el estómago y este deseo incontenible de volver a casarme, que… qué sé yo. ¿Tú me entiendes? ¿No?

- Si nena, claro te entiendo, y sabes que tienes mi bendición. Es genético ¿Cómo evitar que quiera casarse una Viuda Negra cuando tiene hambre?