Para ocupar enormes vacíos aquellos de huecos gigantescos agitados en noches infernales devienes cazadora empedernida. Pones empeños y denodados bríos, obtienes fuerza de la nada. Todo lo que fuiste ha sido mareas de olas sin regreso. Pero el tiempo es implacable y como tal nada respeta. a su antojo va tu presencia y de tu quimera detrás corres. Así haces subsistir tus sueños. Vas soñando, sueñas viviendo. Aún cuando sean sólo sueños y se esfumen al despertar.
Texto agregado el 24-06-2009, y leído por 157 visitantes. (4 votos)