cuánto miedo sentía
ayer al atardecer
al imaginar que te perdería

mi corazón se estremecía
al imaginarte fuera de mi vida
me ahogaba el temor
cada día que amanecía

y aun cresía cada día la angustía
de saber que te ibas para no volver
pero los días pasaron
como si no hubiera ayer

y tu presencia en mi vida
acababa con mi miedo
y así paso el tiempo
que me hizo pensar
que nunca ese día iba a llegar

y sin avisar tu presencia
llego a su final
tu voz se corto y tu cuerpo
se desplomo
jamás en pie volvió

igual que el fin del día
así terminaba tu vida
como el año termina
tu también te ibas

pareciera que el reloj
marcaba tu adiós
y cada campanada
ahora sé nos avisaba

y cuanto suplicaba que no te marcharas
pero tus labios enmudecidos;
tu, ya no me escuchabas

ahora que no estás
duele mucho hablar
del adiós que jamás
pude escuchar

no me queda más
que decirte te amo
y agradezco cada día
que estuviste a mi lado

que siempre vivirás en mi corazón
aunque ahora duele tu ausencia
veo tu reflejo en cada parte
de mi cuerpo

en cada momento
en cada consejo
siento tu presencia
como un complemento